¿Es bueno fracasar?

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Llevo meses haciendo una maestría en Liderazgo y Emprendimiento en Babson College, Universidad #1 de emprendimiento en el mundo. En mi promoción somos 106 estudiantes, de todos los continentes de más de 35 países del mundo. La experiencia ha sido increíble y he aprendido mucho, pero hay una cosa que me ha marcado: la forma como asumimos el fracaso en América Latina vs. otras culturas.

En nuestra cultura nos enseñan desde pequeños que el fracaso es malo. Que lo debemos evitar a toda cosa. En nuestro imaginario colectivo, tenemos una percepción muy baja de aquellas personas que fracasan. En el estudio, el trabajo y el ecosistema emprendedor, cuando vemos colegas fracasar estos no generan propiamente admiración. Pueden llegar a producir lastima, desprecio o hasta sentimiento de burla. Esto conlleva a que inconscientemente evitemos el fracaso a toda costa.

En otras culturas, como por ejemplo la norteamericana, la europea y la asiática ven y asumen el fracaso de manera diferente. Emprendedores que han vivido historias de fracaso son admirados. Se le ve al fracaso como un aprendizaje real y se admira a quien ha fracasado por tener la valentía de haberlo intentado. No quiere decir que valoren más un fracaso que un éxito, pero por lo menos no lo condenan de la manera que lo hacemos en América Latina.

La idea no es que afrontemos las cosas pensando en que vamos a fracasar. Si no que demos nuestro 100% para que salgan bien y, que si al final del camino no salen como queríamos, no nos condenemos tanto por haber fracasado. Que aprendamos de la experiencia, nos levantemos y volvamos a intentarlo. Es así como culturas como las norteamericanas, Europas y asiáticas han redefinido el fracaso. Esto los ha permitido desarrollar una mayor tolerancia al riesgo y ha incentivado su actividad emprendedora.

La definición de fracaso la debemos empezar redefiniendo en nuestro mindset. Pero también es importante infundirla en la cultura de nuestra empresa. Si condenamos los fracasos de nuestros empleados, les temerán tanto a ellos que no estarán dispuestos a proponer cosas nuevas. Por eso, incentivémoslos a tomar riesgos, a salir de su zona de confort y a experimentar su creatividad que es ahí donde explotaremos su máximo potencial

Para terminar, no creo que el fracaso es bueno per se. Todos queremos emprender para tener negocios que puedan sostenerse en el mercado y generar impacto. En otras palabras, negocios exitosos. Lo que sí creo es que debemos empezar a ser más tolerantes al fracaso y así poco a poco que nuestro imaginario colectivo pueda abrazarlo más.

 

Recurso recomendados del mes:

 

Les deseo un mes de mucho aprendizaje, de crecer esos negocios, de servir mucho a los demás y do sonreir mucho en el proceso

 

Saludos,

 

Luis Buitrago V

Fundador El Secreto Para Emprender

[email protected]

(57) 3176451550

 

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